Durante los últimos años hay una clara tendencia respecto a la intervención de los espacios de consumo: murales, lettering y graffitis. Aparecen interrogantes, surge un juego de palabras: ¿el arte al servicio del marketing o el marketing al servicio del arte? Estos conceptos aunque parezcan disímiles, en algún punto se conectan.

En la Ciudad de Córdoba, la cultura y el arte nos rodean, nos abrazan. Mejoran la ciudad, la embellecen. Generan vida. Además de los museos con los que cuenta la capital, los espacios públicos se ven intervenidos: puentes, murales, sendas peatonales, esquinas. Pero durante los últimos años, también se puede percibir el arte en espacios comerciales. Negocios de todos los ámbitos decidieron decorar y adornar a través de pintadas, murales y lettering. Es un plus que adquiere el local, una forma de mostrarse distinto.

Ya no alcanza con un buen servicio, la experiencia debe ser completa. Los consumidores cada vez exigen más, es por eso que contar con un espacio cómodo, lúdico y decorado le da un valor agregado a las marcas. En tiempos de selfies y registros varios, ofrecer ese plus no es algo azaroso, está pensado al servicio de las redes sociales y la viralización de los contenidos. 

Artistas cordobeses son los encargados de darle vida a estos lugares. Investigan sobre la marca, su identidad, preferencias y ponen a rodar la imaginación. Tienen en cuenta desde colores y técnicas hasta pensar la experiencia que pueden percibir los consumidores. Además son conscientes que estos espacios producen valor y esto se ve reflejado en futuras ventas. 

Las intervenciones en negocios llegaron para quedarse. En la Ciudad de Córdoba son cada vez más los que se suman a esta tendencia.